Tenemos que ir hasta el 15 de octubre de 1887. Ese día se tuvo la primera noticia de la llegada de la filoxera a Sant Sadurní. Fue en una finca de Espiells. Allí se encontraron las primeras viñas afectadas por este insecto que las mataba. No era un caso aislad. La plaga había llegado desde América a Europa 40 años antes en los barcos que cruzaban el Atlántico. Primero afectó a Francia, pero rápidamente se fue extendiendo por el Viejo Continente.

Volviendo a sus efectos en Sant Sadurní, pese a que los viticultores intentaron contener estos insectos, en 1892 ya afectaba a un 90% de las viñas de la zona. La filoxera mataba las cepas de uva, así que las cosechas eran pobres y la producción de vino cayó en picado. Poco a poco, muchos habitantes del municipio y sus alrededores vieron su modo de vida amenazado y tuvieron que emigrar hacia Barcelona y otros lugares para buscar trabajo en las fábricas.

La situación fue empeorando. A finales de 1893 se consideró perdida toda la cosecha de uva del Penedés. Pero hubo quien no se rindió ante las dificultades. Varias personas decidieron buscar una solución para acabar con la filoxera. Se descartó el uso de productos químicos —a veces el remedio puede ser peor que la enfermedad—. Al final se optó por una medida drástica: plantar nuevas viñas de una variedad americana que era inmune a los insectos.

La idea fue de siete empresarios locales que fueron conocidos como “Los Siete Sabios de Grecia”. Estos hombres destacarían por su capacidad para innovar en momentos de crisis y aportar una solución contra la filoxera.

Era un proceso largo. No solo por plantar las viñas, luego pasarían años antes de que dieran una buena cosecha. Pero “Los Siete Sabios de Grecia” vieron una salida a esta difícil situación. Poco antes de la llegada de la filoxera, en la comarca se había comenzado a producir cava en pequeñas cantidades. Las nuevas variedades de vid plantadas tras la filoxera daban unas excelentes cosechas para producir estos espumosos.

De esta forma, la producción a gran escala del cava del Penedés fue la mejor vía para remontar el vuelo tras la crisis de la filoxera. La calidad del producto y el impulso de los empresarios locales hizo que conquistara los mercados internacionales y gozara de la fama que aún disfruta hoy en día.

La Fiesta de la Filoxera de Sant Sadurní d'Anoia recuerda estos hechos que transformaron la cultura vinícola de la comarca. La pugna entre los insectos y los habitantes del siglo XIX se hace a través de un pasacalle. Se trata de un espectáculo de pirotecnia y música donde 30 “fil·loxeretes” recorren las calles de Sant Sadurní, en una representación de cómo se extendió la plaga. Al final se reúnen con la Filoxera y van hacia la Plaza de la Iglesia.

Allí se encuentran con los actores que interpretan el pueblo y los Siete Sabios que consiguen encontrar la solución contra la plaga en un gran espectáculo final. Este pasacalle se celebra por la noche, pero durante los días 7 y 8 también hay toda una serie de actividades como parte de la celebración. Destaca la Fiesta de la Filoxera Infantil, una adaptación del espectáculo en un horario más adecuado para los más pequeños.

¡Ya tienes la excusa perfecte para descubrir una Fiesta vinculada a un producto tan catalán como el cava!